top of page

7 TIPS PARA AYUDARTE HA SER RESPONSABLE AFECTIVAMENTE CON TUS HIJOS Y QUE ELLOS TAMBIÉN APRENDAN A SERLO

  • Foto del escritor: Sandra Romero O.
    Sandra Romero O.
  • 16 ene
  • 3 Min. de lectura

ree

La responsabilidad afectiva es crucial en la crianza de nuestros hijos, lo que significa reconocer y aceptar que lo que hacemos y decimos influencia directamente en las emociones de nuestros hijos.

Es muy importante educar afectivamente a nuestros hij@s para que sean responsables de lo que ellos pueden provocar en otras personas. Ojo que no se trata de darles una responsabilidad que no les corresponda, sino que concienticen, que todos nosotros generamos emociones en los demás de acuerdo a lo que hacemos, a lo que decimos y a cómo nos comportamos.

La responsabilidad afectiva se puede enseñar a los niños desde bien pequeños, enseñarles que tal y como te comportas, generas emociones en los demás, y hay que ser coherentes y también conscientes de las emociones que provocamos.

¡Sí tu eres responsable afectivamente con ellos, no sólo les darás una crianza respetuosa sino les enseñarás con el ejemplo (que es como ellos aprenden) a que ellos también sean responsables afectivamente con las personas que los rodean!

 

Entonces, ¿Qué tenemos que hacer para ser responsables afectivamente con nuestros hijos? En este artículo te doy siete sugerencias a implementar en tu forma de criarlos para enseñar con el ejemplo.

 

1.     Reconocer nuestras emociones y regularlas. Sí cuando nos pasa algo, identificamos que emociones estamos sintiendo, entendemos porque nos sentimos así y las validamos; de esa forma estamos regulando nuestras emociones y evitamos sobre-reaccionar ante ellas.

 

2.     Crear un Clima de confianza. Que promueva sentirse cómodo para poder compartir lo que sentimos a todos los miembros de la familia. En un clima de confianza se puede hablar de las emociones y de cómo nos estamos sintiend

 

3.     Dar el ejemplo. Es fundamental el ejemplo que les damos los padres a los hijos. Somos su principal modelo a seguir. Sí nosotros no expresamos nuestras emociones, por ejemplo, no les podemos exigir que nos cuenten cómo se sienten y que sean afectivos, si nosotros no lo somos.

 

4.     Comunícate de forma efectiva y práctica la escucha activa. Se trata de comunicar nuestros sentimientos y necesidades de forma clara y respetuosa; y también escuchar activamente, prestando atención a lo que la otra persona está diciendo, procurando comprender su punto de vista y responder de manera adecuada.

 

5.     Práctica la empatía y la compasión. Fomentar la empatía al hablar sobre los sentimientos de los demás y cómo nuestras acciones pueden impactarlos, enseñándoles a considerar los sentimientos de los demás y a actuar con compasión.

 

6.     Establecer límites saludables. Consiste en asegurarnos de establecer y comunicar nuestros límites de manera clara. Poder reconocer cuándo necesitamos tomarnos un tiempo para uno mism@, para procesar nuestras emociones y recargar energías. Esto nos ayudará a proteger nuestras emociones y necesidades sin afectar negativamente a los demás. Así mismo, es muy importante respetar los límites de los demás y no permitir comportamientos irresponsables afectivamente hacia nosotros mism@s.

 

7.     Se consciente de tus acciones, respetuoso, honesto y cumple con lo que prometes. Se trata de ser consciente de nuestras acciones y si estas pueden afectar a los demás, tratando de no herir a los otros. Ser respetuosos y tratar con dignidad y consideración a las personas, comunicándonos sinceramente y cumpliendo, nuestras promesas y compromisos, tomando en cuenta los sentimientos y necesidades de la otra persona en nuestras decisiones.

 

Sí nos comportamos de esta forma, nuestros hijos aprenderán con nuestro ejemplo ha construir relaciones sanas y estables, siendo afectivamente responsables con los demás y con ellos mismos.

 
 
 

Comentarios


  • WhatsApp
  • Instagram
  • Facebook

©2022 por Sandra Romero Oroza

bottom of page