COMO LOGRAR EL VERDADERO PERDON DE TU PAREJA
- Sandra Romero
- 3 ene 2023
- 5 Min. de lectura

En el transcurso de la vida de una pareja se suelen tener varias discusiones, algunas que las podemos catalogar como pequeñas, otras grandes, y seguramente habrá más de una discusión que sea repetitiva.
¿Cómo catalogamos las peleas? En realidad, depende de la percepción y vivencias de cada miembro de la pareja. Puede pasar, y sobre todo en las peleas repetitivas, donde un miembro de la pareja piense que es una pelea absurda, incluso banal, y para el otro miembro de la pareja se trate de un incidente de extrema gravedad.
Por lo general, las peleas que se repiten, donde uno podría decir que se entrampa y no ve solución, son el tipo de peleas donde la percepción sobre su gravedad difiere en los miembros de la pareja. Por ello mismo se repiten, puesto que un miembro de la pareja no le toma la importancia que el otro miembro sí. Y estas peleas de extrema gravedad para un miembro de la pareja, y que no son entendidas por el otro miembro, suelen generar heridas en la relación, y es a lo que nosotros llamamos Traumas de la Relación.
Un trauma es una herida que nos hunde en el miedo y la impotencia, y destruye cualquier presunción de que somos capaces de prevenir y controlar los hechos. Según Judith Herman (profesora de psiquiatría de Harvard Medical School) la gravedad de una herida traumática aumenta cuando supone "una violación de los lazos humanos". De hecho, no hay mayor trauma que el hecho de que aquellos con quienes contamos que nos apoyarán y protegerán, NOS HIERAN.
Cuando percibimos entonces, esta falta de apoyo emocional por parte de nuestra pareja, en un momento de amenaza, se afecta gravemente la relación. Hará que nos cuestionemos sobre nuestra pareja: ¿Estarás ahí cuando más te necesite? ¿Por qué no te afecta mi sufrimiento? Aunque la persona herida suela lamentar la traición, lo que más le duele es el ABANDONO.
Este tipo de Traumas der la Relación, son difíciles a veces de entender, pues resulta que un miembro de la pareja se encuentra muy dolido y con cuestionamientos sobre la relación; mientras el otro miembro, suele mostrarse a la defensiva o al ataque, minimizando el motivo de la discusión, y sin querer, minimizando los sentimientos y emociones de su pareja.
Por ello se hace imprescindible que la pareja afronte y resuelva sus temas pendientes, para poder abrirse nuevamente al compromiso emocional y que la desconfianza no frene la voluntad de arriesgarse a un compromiso emocional mayor.
Sue Johnson, Psicóloga clínica especialista en parejas y precursora de la Terapia Centrada en las Emociones; de acuerdo a sus estudios, concluyó que las personas que experimentan traumas de relación los viven en momentos de intenso estrés, cuando mayores son las necesidades de apego. Por ejemplo: en el nacimiento de un hijo, un aborto, la muerte del padre o la madre de un miembro de la pareja, la súbita pérdida del trabajo o la diagnosis y tratamiento de una enfermedad grave.
Ella sostiene que el único modo de superar las heridas de apego es afrontarlas y tratar de sanarlas junto al ser amado. Es decir, en pareja. Y para ello ella sustenta que se requieren seis pasos para lograr el verdadero perdón de la pareja. Y estos son:
1. La persona dañada debe expresar el dolor de la forma más franca y sencilla posible (esto no siempre es fácil). Implica resistirse a enjuiciar al otro y centrarse en describir el dolor, la situación específica que lo provocó y cómo minó la sensación de seguridad en la pareja.
Preguntas que ahondan la naturaleza traumática de las heridas de apego son por ejemplo: ¿Me sentí privado de consuelo? ¿Me sentí abandonado o solo? ¿Me sentí ignorado por mi pareja cuando necesitaba con desesperación que me confirmara que tanto yo como mis sentimientos le importaban? ¿Consideré de repente a mi pareja una amenaza en lugar del recinto íntimo de seguridad que yo anhelaba?
2. El autor de la herida está presente en el plano emocional y reconoce el sufrimiento del otro, así como su propio papel en él. La persona que ha sufrido el daño no podrá superar el dolor en tanto no vea que el otro asuma su responsabilidad y entienda sus sentimientos. En otras palabras: "Si no te das cuenta de que me has herido, ¿cómo voy a depender de ti o sentirme a salvo contigo?"
Para que este punto se dé, es importante que el autor de la herida escuche de forma empática las emociones vividas por su pareja, sin juzgar, sin sacar conclusiones apresuradas, sin la necesidad de ir arguyendo ideas de defensa o ataque en su mente mientras la otra persona habla. Solamente se requiere que se dedique a escuchar plenamente.
3. La persona herida decide arriesgarse y expresar aun con más intensidad sus sentimientos de tristeza, desolación y desesperación. Es decir, explica desde el corazón el dolor que sintió o siente.
Importante que la persona que expresa el dolor, se centre en sus sentimientos y emociones sin calificar ni juzgar a la otra persona.
4. El autor de la herida ser hace responsable del dolor causado y manifiesta remordimiento. Se requiere que la expresión de arrepentimiento sea sincera y personal. Si adopta la forma de una disculpa impersonal o se hace de forma defensiva, en tono frío, por ejemplo, no significa contrición, sólo indiferencia hacia el dolor del otro. Si queremos que nos crea, tenemos que escuchar y comprometernos con el sufrimiento de nuestra pareja. Tenemos que demostrarle que su dolor nos afecta.
Para que exista una disculpa efectiva tiene que haber: 1ro) Coherencia lenguaje verbal y no verbal. El rostro deja traslucir cómo se siente y cuanto le importa el dolor de su pareja. 2do) Legitima y valida el dolor y rabia de su pareja. 3ro) Se hace responsable del acto que lo/la hirió. 4to) Se arrepiente o se avergüenza, le dice a su pareja que también se ha defraudado así mismo. 5to) Le asegura que de ahora en adelante estará junto a el/ella.
5. La persona herida identifica lo que hoy por hoy necesita para superar el trauma. En este punto se hace necesario que la persona herida pida explícitamente lo que necesita de su pareja, y que se dé respuesta a esa necesidad, es decir, que su pareja reaccione de manera distinta a como lo hizo en el episodio original. De esta manera se erige una nueva sensación de conexión emocional.
Por ejemplo: La Persona herida dice: "en ese momento necesitaba tu consuelo y tu apoyo. necesitaba tu contacto. Y lo sigo necesitando". El autor de la herida responde: "quiero que sientas que puedes contar conmigo y que no te fallaré. Haré lo necesario para que te sientas bien. No me es fácil adivinar que sienten los demás, pero estoy aprendiendo. No quiero que estés solo(a), ni asustado(a)".
6. La pareja construye ahora un nuevo relato de la discusión que incluye: el episodio doloroso, qué sucedió, cómo mino la confianza de la pareja y cómo desencadeno sus conflictos posteriores. Y lo que es más importante, ese nuevo relato describe también cómo las dos personas afrontaron el trauma juntas y empezaron a superarlo.
Sue Johnson sostiene que comprender el alcance de las heridas infligidas al sentimiento de apego y saber que, de ser necesario, es posible perdonarlas y pedir perdón por ellas te proporcionaran una inmensa capacidad de crear un vínculo sólido y duradero con tu pareja.
Y es que no existen las relaciones a prueba de dolor, pero si aprendemos a perdonar y a ser perdonados, como dice S. Johnson: “bailaremos con más ligereza, sin miedo a que se nos escape un pisotón de vez en cuando”.
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