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¿QUÉ ES LA LEALTAD INVISIBLE FAMILIAR Y CÓMO INFLUENCIA NUESTRA VIDA?

  • Foto del escritor: Sandra Romero O.
    Sandra Romero O.
  • 16 ene
  • 3 Min. de lectura


¿Has notado que a veces relacionarte con tu familia es complicado?  ¿Terminas haciendo cosas por ellos que no querías hacer realmente?  ¿Te sientes culpable con facilidad? y/o ¿Tienes esta sensación de deuda hacia ellos?  ¿Te has preguntado porque pasa esto?

 

Te explico: todas las familias presentan ciertas creencias, patrones de conducta, valores y/o mandatos dados de forma implícita, que se supone, los miembros de esa familia deben obedecer, para sentirse parte de ella. Estos “compromisos de lealtad” que son como fibras invisibles pero que resisten de generación en generación entre familias, es lo que se definió como Lealtad Invisible Familiar (I. Boszormenyi-Nagy y G. Spark)

 

¿Y cuál es la importancia de la Lealtad Invisible Familiar?

 

Es importante porque suele generar muchas veces una sensación de culpa, al no estar de acuerdo con varios preceptos, valores y/o creencias que tiene nuestra familia, nos puede colocar en una posición de “estar entre la espada y la pared” entre lo que queremos hacer y lo que, de acuerdo a estos mandatos, deberíamos hacer.

Incluso genera una sensación de deuda con nuestros progenitores y familiares cuando no cumplimos con estos preceptos.

 

Pero lo más importante es que de no cumplir estos mandatos y/o patrones de conducta podríamos ser excluidos tácitamente de la familia.

Esa posible exclusión, genera un miedo muy grande, pues lo que más quiere un hijo es tener la aceptación y amor de sus padres.

Por ello, muchas veces las personas dejan de lado sus propias necesidades y deseos, para tomar decisiones en su vida de acuerdo a lo que dicta el clan familiar.

 

Sí te sientes identificado, te preguntarás: ¿Cómo manejo esta situación?

 

La forma de manejar esta situación es entender que honrar a nuestros padres no es obedecerlos, sino ser capaces de superar sus miedos y limitaciones, y así darle valor a la vida que nos dieron.

Maduraremos emocionalmente y nos será más fácil independizarnos de estos mandatos y/o creencias familiares y poder generar los nuestros propios.

 

Cuando tomamos las riendas de nuestra vida, dejamos de culpabilizar a nuestros padres por lo que sea que hayan hecho bien o mal, y asumimos que el sanar esas heridas es nuestra responsabilidad.

 

Cómo dijo una vez Jean Paul Sartre: “Lo importante no es lo que hagan de nosotros, si no lo que hagamos nosotros de lo que hicieron de nosotros”.  O como dijo Carl Jung: “Yo no soy lo que me sucedió, soy lo que elegí ser”.

 

Entonces el tema no es juzgar o recostarnos en un rol de víctima donde podemos culpar al mito familiar o algún miembro de la familia de lo que nos sucedió, el tema es responsabilizarnos de nuestra vida, y de nuestro proceso consciente de tener la vida que queramos tener.

 

En ese momento, cuando ya somos Responsables de nuestras emociones y nuestro proceso de sanación, es cuando estamos listos para formar nuestra propia familia de forma saludable sin repetir comportamientos y/o mandatos que nos hicieron daño en el pasado. 

 

Sí te es difícil poner limites a tu familia de origen o sigues muy influenciado por sus creencias, mandatos, etc.; y sientes que esto esta afectando tu vida en general, te recomiendo que busques a un especialista - de preferencia especializado en Terapia Familiar - para que pueda ayudarte a manejar estos temas que suelen ser muy desgastantes emocionalmente hablando.

 
 
 

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©2022 por Sandra Romero Oroza

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